19920108

d03.[9201]

Quisiera poder entender todo,
no hubo palabras ni nada

y la sombra me persigue de nuevo.

El grito de las brujas se calló,

la desesperación de los locos

se transformó en serenidad,

pero mis manos temblaron en la tierra.

El polvo se filtraba silencioso

entre los poros y los cabellos,

la mirada permanecía inmóvil

y un instante acabó con el delirio.

La imaginería se esfumó

como las nubes después de la tormenta;

mi cuerpo cayó solitario

empedernido de insatisfacción.

Entre el limbo y el horizonte

apareció misteriosamente

sobre mi cabeza agachada

un cielo infinitamente azul y limpio.

Mis manos contemplaron y recordaron sus crímenes

mientras el dolor de mi cuerpo crecía.

19920101

d03.[9200]

¿Una hora o dos han pasado? No lo sé realmente
no he podido asimilar totalmente estos días.

Vaivenes de desesperación acechándome,

intangible, el alba se pasea por el cuarto.

Ayer, todavía, tuve esperanza de que pasara

pero no, el ruido del viento golpeando las ventanas

fue todo lo que trajo la tarde consigo.

Un signo de debilidad me atropella incansable,

suena la letra de palabras mezcladas:


“...calle el mundo y calle el nombre,
calle el hombre y vuélvase a callar...”
Reprimo la fluidez de mi mirada
dejo todo en un sorbo de hastío
y no encuentro motivos para redimirme,

el remordimiento se marchó con los pasos

la vida que ayer tuve la perdí por placer

y no me cuesta quejarme, cuando lo necesito.

Me siento solo, pero seguro:


“...no pretendo conseguir perdurar,
porque sé que sólo soy un accidente.”
El valor, el valor de la gente se pierde,
la sonrisa del romántico se volvió carcajada
en el sádico que viola mujeres;

yo también pierdo mi valor

el honor efímero de un muerto.

Sin arrepentimiento escupo el odio a cual más,

mi interés por las almas me orilló

a no dormir, a beber sudor y sangre

que no son míos, sin embargo, amargos.

No veo un consuelo posible para despreciar

aún sé que te encontraré, alguna vez,

vagando por la calle.