una gran pasión no siempre juega a tu favor... a veces, la sangre que se respira como un dulce aroma que despierta tu instinto, es nada más que el recordatorio de que todo lo que había en tu sueño está a punto de cambiar... se mutan los colores, se desgranan los olores, te acobarda el vértigo de la caída que regresa una y mil veces... recurrente como el hito del fin de ese vuelo que nunca puedes remontar...
cuando mi calma era calma, el cielo que giraba sobre mi cabeza no era de ningún color... lo pintaba de los tonos con que amanecía mi desesperación... mi voz era el silencio, mi mirada la ceguera de quien sólo escucha, de quien ve entre la corriente del viento los pasos que dan el tiempo y la vida susurrándose palabras que tienen la forma de granos de arena de mar...
cuando mi calma era calma, el cielo que giraba sobre mi cabeza no era de ningún color... lo pintaba de los tonos con que amanecía mi desesperación... mi voz era el silencio, mi mirada la ceguera de quien sólo escucha, de quien ve entre la corriente del viento los pasos que dan el tiempo y la vida susurrándose palabras que tienen la forma de granos de arena de mar...
2 comentarios:
¡Qué poético!
Por cierto, me encanta el diseño de tu blog, la imagen japonesa de la parte superior.
Saludos
Ligero y agradable... me dare mis vueltas.
Saludos
El Enigma
Nox atra cava circumvolat umbra
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