20080130

|| apuntes del MUNDO RETORCIDO 0.1 ||

FUEGO EN LA NAVE DE LOS LOCOS


[vol 1.1] La Antipoeta entró al Sueño de la Razón a buscar la manzana de la Discordia que le ha encargado en Científico Loco para poder completar su experimento de dominación.

Ella no lo sabe pero podría estar siendo usada para algo bueno y no tanto. Las verdaderas intenciones del Científico Loco son un enigma y misterio para cualquiera.

El Científico Loco hace mucho que está loco de no dormir, así que ha decidido buscar el porqué y el cómo de los sueños de los otros y las otras que placen apaciblemente cada noche en el Mundo Retorcido.

Eso era lo que lo hacía enloquecer, ver la calma y la maravilla del sueño de los otros, ver los sueños de los otros en su Plasma Telekinético y darse cuenta de que los sueños de los demás jamás serían suyos.


[vol 1.2] El día en que el Eclipse llegó, fue el día que escogió La Antipoeta para entrar en el Sueño de la Razón.

Todo era un tanto nebuloso y el frío que anunciaba el fin del Invierno Interno y la entrada del No-Tiempo llegaba a su punto de cúspide. Los ánimos se helaban, los humores se agrietaban, las calenturas se esparcían por los rincones en que la luz tenía miedo de esconderse. Muchos, casi todos en el Mundo Retorcido se preparaban para hibernar, aunque fuese por el mínimo segundo que les duraba a esos muchos la transición de la Vigilia al R.E.M. y de ahí volver al Despertar.

La Antipoeta tomó la Nube Azulada que le entregó el Científico Loco para que usara como llave y poder entrar en el Sueño de la Razón. Ella la olió, la probó con la lengua, tenía un sabor dulce y suave como espuma de glas.

La estrujó como esponja y luego de algunos segundos se sintió inundada por ese pánico que da la caída en el vacío, un vértigo tan delirante como el mismo Orgásmo Cósmico que enseña la Serpiente Kundalini antes de tocar el Nirvana.

Abrió los ojos y entonces ya estaba ahí, con los pies firmes y las huellas listas para seguir por entre los sueños de todos los habitantes del Mundo Retorcido. La vista era inmejorable, un caleidoscopio sólo explicable con fórmulas matemáticas que no explicaban nada, pero que dibujaban iteraciones y fractales que se extendían como gigantescas galaxias y eones por todo lo que se podía ver, y por todo lo que no se podía ver también.

Ese era el Sueño de la Razón, el amalgama delirante de los delirios de los sueños de todos los que habitaban en ese Mundo Retorcido.


[vol 2.3] En medio de la nada y del todo La Antipoeta sintió de repente un hormigueo en la mitad de su malogrado deseo. Era algo que conocía, pero que no lograba descifrar. La única pista que le había dado el Científico Loco para poder llegar a lo que quería era esa: -sentirás el estertor de un placer conocido y desconocido en algúna parte de tí.-

La Antipoeta recordó muchas de las palabras que nunca había dicho en todas sus pláticas con la Mujer Luz, recordó que le había hecho falta maldecir una vez más al Músico Amante, nada más por hacerlo, recordó que entre todas las veces en alguna de ellas la suciedad del deseo corrompido de El Deforme le había dado cierta ternura y en otras en alguna parte retorcida también dentro de su sueño le había gustado su asedio.

Pero todo era parte de los sueños de los demás amalgamándose entre el Sueño de la Razón.

Y entonces al sentir de nuevo ese ligero escozor dentro de sí, La Antipoeta volteó la vista y ahí la vio, la Manzana de la Discordia latía abrigada en el sueño cálido y fulgurante de la Virgen Inmaculada rodeada de su aura pulcra y de su séquito siniestro de sueños nefastos que le servían de guardaespaldas y que le eran proporcionados por nada más y nada menos que por Los Lujuriosos.


[vol 3.4] La Antipoeta al ver semejante escena no tuvo más remedio que maldecir una vez más, luego de las mil veces que ya lo había hecho.

Cerró los ojos y se volvió a dejar llevar entre el caleidoscopio de fractales del Sueño de la Razón mientras pensaba qué hacer para obtener su presa sin ser descubierta por Los Lujuriosos.

Tenía que apurarse, la Nube Azulada estaba por extinguirse y era la única que tenía para cumplir su misión.


[vol 4.5] Mientras tanto siguió tomando fotos que sabía la Vouyerista le pagaría al precio que ella quisiera.


[vol 5.5] La Antipoeta abrió los ojos y se decidió. Se acercó lentamente hacia la Virgen Inmaculada dando pasos hacia atrás, como alejándose, para que Los Lujuriosos no sintieran su presencia.

Llegó hasta el regazo de la Virgen Inmaculada y acariciando la orilla de su pezón derecho le dio un húmedo beso mientras hundía la mano en el seno izquierdo para llegar a su corazón y tomar la Manzana de la Discordia que yacía en él.

Lo hizo rápido, aunque el beso se prolongaba y la humedad que la empezaba a dominar la puso alerta de que en cualquier segundo Los Lujuriosos podían olerla y aventarse encima de ella.

Paró en seco el beso que le daba la Virgen Inmaculada y le arrancó en un tajo perfecto la Manzana de la Discordia que habitaba en su corazón.

La Virgen Inmaculada la vio con espanto mezclado de amor y lujuria, La Antipoeta simplemente se dejó caer al vacío que se dejaba manar debajo de la Nave de los Locos donde vivía la Virgen.

Se dejó caer mientras cerraba los ojos y sentía en su cuerpo cómo el estupor y la embriaguez de la Nube Azulada iban perdiendo su efecto sobre ella.


[vol 5.7] Lo último que alcanzó a ver la Antipoeta en su caída antes de regresar al Conocimiento y al No-Tiempo en el Mundo Retorcido fue una lágrima verde fluorescente que brotaba de los ojos de la Virgen Inmaculada y que al caer a la cubierta de la Nave de los Locos la encendía en el Fuego de la Pasión que La Antipoeta había despertado y matado en ella.


[vol 5.9] Al despertar en el No-Tiempo del Mundo Retorcido y ver en sus manos la Manzana de la Discordia, La Antipoeta tomó la decisión de ocultarla en el Baúl de los Secretos Perdidos y no dejar que semejante poder llegara a manos del Científico Loco.

Total, pensó: -Cuando se ponga loco al enterarse de que no se la he traído, tendré que pagarle al Maldito Gringo para que acabe con él.-

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