20060324

欲求および健忘性 || negai to wasureru

tengo marcado el paso a las tres horas de una noche más de estas en que me gustaría una letra o una palabra tuyas... te vivo en el silencio y te recuerdo en la insistencia de la vaguedad con que no dejas de andar por mis ideas... te vuelves la pregunta que me hago y te callas la respuesta que quisiera para aprenderte un poquito más... un segundo, un milímetro después...

donde la noche no me deja descansar, ahí le pregunto a mi quietud por la tristeza de mis ojos hundidos, por la templanza de mi deseo olvidado...


¿cuándo fue que dejé de desear?


creo que lo he hecho muchas veces... deje de desear cuando tome conciencia de que existía la muerte... que era algo que nadie determina y que nadie puede controlar...


la encontre una tarde en que me quisieron pintar, con engaños, el tono de una realidad que desde entonces no volvió a ser la misma...


y sin embargo, ya antes había dejado de estar... la apatía me hizo hijo del silencio... el silencio me volvio cómplice de mi propia maldad... la maldad tomo a tragos la sangre de mi corazón... mi corazón olvidó llorar... y entonces mi vieja alma perdió algo.... dejó en la distancia la sonrisa del niño y la piel del cordero se tensó en un látigo...


perdí el deseo cuando encontré la fuerza para abandonar mi corazón... para volverlo pedazos... para no olvidar mis pasos... deje mi yo, deje mi nombre y juré que nunca más...


dejé de desear cuando volví a recorrer mil caminos y en cada uno me volví a perder... cuando encontré el consuelo en medio del sonido de la nada, de esa absoluta falta de todo, en ese cabello que quedó atado en algún clavo a la mitad de mi brazo...


perdí el deseo porque, de tanto desear, volví a dejar todo, me abandoné a la contemplación... a la escaséz de mi necesidad... el poder en mis manos... el destino dibujado en cada sueño...


dejé de desear cuando empecé a tener todo... a susurrarlo entre dientes... a invocarlo...


y ahí, en medio de nada, era capáz de sentirlo todo, de tenerlo dentro de mí... toqué el filo de la garra del dragón... el aroma del loto inundó su carisma en mí... me vi detrás de mis ojos... me vi de frente en la distancia... y me olvidé...


deje de desear porque también de eso se cansa uno...


y ahora te deseo a tí en medio de mi silencio... en el olvido de la mesura de la distancia... en donde quiera que sueñes ahora... en el instante que acontece y en el que sé que me olvidarás...

5 comentarios:

questiongirl dijo...

Oda al deseo mismo.

"abriendo la puerta, apunto la vista al firmamento...atisbo tu llegada.¡Maldita la hora en la que deje de creer en la muerte!"
::Galadriel::

Anónimo dijo...

No se si se ha dado cuenta de que su blog esta escrito en un extraño idioma ...

saludos!
Mario

Anónimo dijo...

de sierto modo me recordo mucho a anne rice

Verónica R dijo...

creo que patologico tiene razon.. por cierto ya lo descubrieron rey?

bueno regresando..

el idioma es aquel que le duele a los demas o les trae demasiados recuerdos y pensamientos.


pero que hariamos nosotros los masoquistas sin el?


saludos senores, y comadres.

Anónimo dijo...

no se... como decirlo... a mi las palabras se me perdieron de tan gastadas que las tiene ya la humanidad, no encuentro una nueva para decirte que no se haya dicho ya, solo una viene a mi mente "fifirichito" y no son las letras lo que hacen alusion a algo, son los sonidos al pronunciarse. añoro encontrarte de nuevo... la tecnologia es fria y aunque a veces te acerca, le falta la calidez de estrechar la mano de un ser al que se quiere. ya sera....