¿Una hora o dos han pasado? No lo sé realmente
no he podido asimilar totalmente estos días.
Vaivenes de desesperación acechándome,
intangible, el alba se pasea por el cuarto.
Ayer, todavía, tuve esperanza de que pasara
pero no, el ruido del viento golpeando las ventanas
fue todo lo que trajo la tarde consigo.
Un signo de debilidad me atropella incansable,
suena la letra de palabras mezcladas:
dejo todo en un sorbo de hastío
y no encuentro motivos para redimirme,
el remordimiento se marchó con los pasos
la vida que ayer tuve la perdí por placer
y no me cuesta quejarme, cuando lo necesito.
Me siento solo, pero seguro:
la sonrisa del romántico se volvió carcajada
en el sádico que viola mujeres;
yo también pierdo mi valor
el honor efímero de un muerto.
Sin arrepentimiento escupo el odio a cual más,
mi interés por las almas me orilló
a no dormir, a beber sudor y sangre
que no son míos, sin embargo, amargos.
No veo un consuelo posible para despreciar
aún sé que te encontraré, alguna vez,
vagando por la calle.
no he podido asimilar totalmente estos días.
Vaivenes de desesperación acechándome,
intangible, el alba se pasea por el cuarto.
Ayer, todavía, tuve esperanza de que pasara
pero no, el ruido del viento golpeando las ventanas
fue todo lo que trajo la tarde consigo.
Un signo de debilidad me atropella incansable,
suena la letra de palabras mezcladas:
“...calle el mundo y calle el nombre,
calle el hombre y vuélvase a callar...”
Reprimo la fluidez de mi miradacalle el hombre y vuélvase a callar...”
dejo todo en un sorbo de hastío
y no encuentro motivos para redimirme,
el remordimiento se marchó con los pasos
la vida que ayer tuve la perdí por placer
y no me cuesta quejarme, cuando lo necesito.
Me siento solo, pero seguro:
“...no pretendo conseguir perdurar,
porque sé que sólo soy un accidente.”
El valor, el valor de la gente se pierde,porque sé que sólo soy un accidente.”
la sonrisa del romántico se volvió carcajada
en el sádico que viola mujeres;
yo también pierdo mi valor
el honor efímero de un muerto.
Sin arrepentimiento escupo el odio a cual más,
mi interés por las almas me orilló
a no dormir, a beber sudor y sangre
que no son míos, sin embargo, amargos.
No veo un consuelo posible para despreciar
aún sé que te encontraré, alguna vez,
vagando por la calle.
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