Los días se tornan grisáceos
como los cabellos, que crecen en los espacios vacíos
inundando cada milímetro de mi cabeza.
No quiero intentar ser bueno o mejor que ayer
matar el tiempo sirve siempre que es necesario
y no hay nada de qué arrepentirse,
así que......
¿Qué importa la muerte de uno o dos deseos?
¿Cuánto más podrá resistirse la pesadumbre?
El infortunio se acarrea por placer
matar, matar el ansia de destrozarte la cara
de romper tus huesos, de morder tus brazos
intentarlo no sería un error
siempre y cuando el resultado sea el que espero.
¿Qué importa morderme los dedos de excitación?,
si el placer será más grande mientras mayor sea la espera.
Esa lejanía te diluye y te vuelve borrosa;
me induce a imaginar más cosas, más escenas
cada minuto, cada golpe, cada palabra,
cada nuevo movimiento y cada nueva tortura
te estará esperando todo, aquí en este refugio.
Crisparé mis manos a cada día que avance
y pensaré en todas las estupideces que me has brindado.
Intento creer que aún no cambiarás tu actitud,
creo que la próxima cercanía levantará tu vuelo
y al estrellar tu cuerpo contra el suelo frío
retorceré el mío en busca de nuevos momentos;
ardiendo por dentro tomaré la navaja y penetraré mis venas,
arrancaré tus entrañas para lamerlas
aunque termine con tus pelos entre los dientes, otra vez.
Ojalá jamás regresaras,
ojalá muriera alguien antes de mi nueva cacería.
como los cabellos, que crecen en los espacios vacíos
inundando cada milímetro de mi cabeza.
No quiero intentar ser bueno o mejor que ayer
matar el tiempo sirve siempre que es necesario
y no hay nada de qué arrepentirse,
así que......
¿Qué importa la muerte de uno o dos deseos?
¿Cuánto más podrá resistirse la pesadumbre?
El infortunio se acarrea por placer
matar, matar el ansia de destrozarte la cara
de romper tus huesos, de morder tus brazos
intentarlo no sería un error
siempre y cuando el resultado sea el que espero.
¿Qué importa morderme los dedos de excitación?,
si el placer será más grande mientras mayor sea la espera.
Esa lejanía te diluye y te vuelve borrosa;
me induce a imaginar más cosas, más escenas
cada minuto, cada golpe, cada palabra,
cada nuevo movimiento y cada nueva tortura
te estará esperando todo, aquí en este refugio.
Crisparé mis manos a cada día que avance
y pensaré en todas las estupideces que me has brindado.
Intento creer que aún no cambiarás tu actitud,
creo que la próxima cercanía levantará tu vuelo
y al estrellar tu cuerpo contra el suelo frío
retorceré el mío en busca de nuevos momentos;
ardiendo por dentro tomaré la navaja y penetraré mis venas,
arrancaré tus entrañas para lamerlas
aunque termine con tus pelos entre los dientes, otra vez.
Ojalá jamás regresaras,
ojalá muriera alguien antes de mi nueva cacería.
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