Hoy he pensado en escribirte algo bueno
pero, como siempre, sigo cayendo tontamente
en explicaciones, temores e incertidumbres.
No tengo rencor hacia mí, es inútil
siempre me ha aquejado la ceguera, voluntaria;
y no intento reprimirla, al contrario,
la alimento con almas y sonrisas nuevas
con imágenes y andares, de esos de tango
asesinos de vidas fatuas, sin embargo,
y a muy pesar nuestro
evocadores inacabables y maravillosos de inspiración.
Hoy recordé las mil cartas que jamás te mandé
y que no creo enviarte jamás.
No temo perderme en la soledad,
por culpa mía o de quien sea;
el destino me preocupa tanto como al rico la miseria,
la miseria de mi propia vida es lo que me hace feliz
y mientras más me preocupo y sufro, más entiendo.
Si el destino no es ninguno, caminaré por las veredas bifurcadas
no hablaré ni levantaré la mirada de mis pasos,
pensaré en alguna sabia canción:
recordaré que prometí escribirte algo agradable:
pero, como siempre, sigo cayendo tontamente
en explicaciones, temores e incertidumbres.
No tengo rencor hacia mí, es inútil
siempre me ha aquejado la ceguera, voluntaria;
y no intento reprimirla, al contrario,
la alimento con almas y sonrisas nuevas
con imágenes y andares, de esos de tango
asesinos de vidas fatuas, sin embargo,
y a muy pesar nuestro
evocadores inacabables y maravillosos de inspiración.
Hoy recordé las mil cartas que jamás te mandé
y que no creo enviarte jamás.
No temo perderme en la soledad,
por culpa mía o de quien sea;
el destino me preocupa tanto como al rico la miseria,
la miseria de mi propia vida es lo que me hace feliz
y mientras más me preocupo y sufro, más entiendo.
Si el destino no es ninguno, caminaré por las veredas bifurcadas
no hablaré ni levantaré la mirada de mis pasos,
pensaré en alguna sabia canción:
“......no pretendo conseguir perdurar
porque sé que sólo soy un accidente.”
Recordaré que he perdido y sonreiré,porque sé que sólo soy un accidente.”
recordaré que prometí escribirte algo agradable:
Hoy el paso del tiempo me aplasta
la hojarasca ha tapado mis oídos
y mis ojos se deshacen en sal.
Hoy el silencio atraganta mi lengua
y la desesperanza no me hace pensar
más que en cerrar los ojos y hondamente dormir;
si logro conseguirlo, quizá en sueños
recuerde tu sonrisa errante angustiándome;
si no, te maldeciré por permanecer
como un pálido fantasma
vigilante y amenazador
en la penumbra de mi insomnio.
la hojarasca ha tapado mis oídos
y mis ojos se deshacen en sal.
Hoy el silencio atraganta mi lengua
y la desesperanza no me hace pensar
más que en cerrar los ojos y hondamente dormir;
si logro conseguirlo, quizá en sueños
recuerde tu sonrisa errante angustiándome;
si no, te maldeciré por permanecer
como un pálido fantasma
vigilante y amenazador
en la penumbra de mi insomnio.