20091028

A Day Without Me...

Creo que debo y no lo que debería, sin embargo, mi extraña ubicuidad religiosa, política y vital me obliga a decir una vez más: GRACIAS.

Y lo digo porque me he ido y he medio regresado, pero las palabras bellas y reconfortantes que uno a veces no se espera son las primeras que aparecen y decantan por su peso cuando el sol ha dejado de brillar en mi horizonte y lo nebuloso de las cervezas me dicen que ya es más tarde de lo que normalmente debería ser en un día cualquiera de mi vida en estos días que corren ahora, con todo y el absurdo horario de verano/invierno que odio.

Y en medio de la madrugada que no se olvida de mi bebo cerveza alemana y doy pequeñas mordidas a una bolita de un extraño pan hecho (según la etiqueta) a las finas hierbas y el sabor de mi boca tiene ese aroma que te hace sonreír cuando tienes la felicidad y no sabes de dónde viene, quizá de mis oídos que no ven lo que dibuja la pantalla del televisor, quizá del ruido de fondo que inunda el silencio detrás de mis audífonos, quizá del ecuánime eco que inunda el resto de mi existencia desde algún rincón donde los bits se transforman en ondas sonoras que llegan directamente a mi cerebro mientras él se empeña en seguir el hilo de estas letras que no pueden tener un sentido aún.

Morrissey dice y diría:

"Good times for a change
See, the luck I've had
Can make a good man
Turn bad

So please please please
Let me, let me, let me
Let me get what I want
This time..."

Y tal cuál, cada "Y" nueva que escribo es una carta más que se destapa en la baraja del poker de mi vida que ya no es sólo mi vida, ya no es sólo mi destino, ya no es sólo la soledad que solía tener, disfrutar y padecer antaño, ahora es el inicio y el final de mi Ouroboros personal, THIS IS WHO WE ARE.

Y le doy las gracias todos a quienes recuerdan, a quienes me recuerdan y a quienes me han olvidado también, porque su olvido es el mismo que les han dado mis días y el mismo que nos forja a cada uno de nosotros el signo de los tiempos que nos marca y que nos hace especial.

Un abrazo en un día después del día después de cualquier día, del mío y del vuestro, que tarde o temprano será el día de todos.

Y gracias nuevamente por todo, por la vida que me han regalado, por el tiempo que me han cedido, por los minutos que se han olvidado de mi y por toda la vida que seguiremos compartiendo en cualquier parte del mundo donde estemos y donde sigamos siendo...