20090203

:: Pincha la Equis ::

Sí, ya sé que voy a sonar demasiado misógino, lo siento a veces la testosterona de mi cuerpo brota tan natural como los pocos cabellos erizados que le quedan a mi cabeza, pero sólo hay una cosa que abomino más en este mundo que los partidos de futbol y son las viejas chismosas, intrigosas, locas y que no tienen nada mejor que hacer que tramar historias ridículas con fines estúpidos.

Como parte de la naturaleza humana no estamos exentos a tener cerca de nuestra vida a alguna amiga o alguna conocida así. O a veces, uno como hombre, a haberlas tenido de novias o seguir teniéndolas...!!! Ahí es donde comprobamos aquel dicho de: "no todo lo que brilla es oro", y así tal cuál. Curiosamente al traspasar gran parte de nuestras vidas cotidianas al ciberespacio no estamos exentos a seguir padeciendo de ese tipo de gentuza, si lo sabré yo que solía perder mi tiempo baboseando en las salas de chat de AOL durante mucho tiempo de algún momento de mi vida.

Sin embargo, ya sea en nuestra vida diaria de allá afuera o de la vida virtual que llevamos en el ciberespacio, pregunto: ¿qué necesidad tenemos de estar perdiendo el tiempo con esa gente? Siempre he dicho y lo reitero: NINGUNA.

La "calentura" dicen muchos y muchas que es el síntoma por antonomasia del hombre. Aunque lo que debería reinar en nosotros es la "cordura", la "sobriedad", el "respeto", esa amistad sana que cualquiera debe y puede tener para con los demás; hasta para con aquellos con quienes estamos habituados a llevarnos pesado, a bromearnos, a cabronearnos, a pendejearnos, a ofendernos (aunque sea de cariño).

E insisto, la respuesta a todo la solemos tener nosotros, nadie más. Y afortunadamente la red nos da suficientes herramientas y métodos para protegernos de esa gente o para simplemente evitarla o ELIMINARLA de nuestro camino.

Facebook es un caldo de cultivo para todo: gente loca, gente buena onda, novios y novias celosos viendo qué hace el otro, gente comprometida y conocedora de las bondades de la Web 2.0, ONG's, políticos, músicos, poetas y escritores, fanáticos de cualquier cosa, gente normal, vendedores de órganos, traficantes de cualquier cosa inimaginable, adolescentes y pubertos, padres preocupados por sus pubertos y adolescentes tecnologizados y hormonales, tratantes de blancas, desarrolladores, esposos y esposas infieles buscando su siguiente aventura, en fin, es un medio que debido a esa variedad y pluralidad tiene la influencia que tiene hoy, comparada en los mismos términos con la de otras aplicaciones como Twitter o los usuales mensajeros como Hotmail, Yahoo, Jabber, etc.

Y como ya dije, ninguno de nosotros estamos exentos de captar por estos medios una gripe virulenta de bits indeseados.

Hace no mucho tiempo veía cómo una amiga tenía una especie de altercado, que a momentos se volvía discusión y otros era una furia casi enloquecedora en contra de alguien con quien charlaba en el Messenger. No le prestaba demasiada atención al hecho, ella creo que sabe que evito discutir inútilmente con gente que considero necia o con quien simplemente sé que no llego a nada. Sin embargo, la veía ahí, trenzada en una disputa casi epopéyica.

Recuerdo haberle dicho algo así como: "oye, y porqué si te están molestando y sabes quién es y lo que quiere, ¿porqué simplemente no la borras de tus contactos y la bloqueas?"

Pero ya sabemos cómo es la naturaleza humana, a veces a todos nos gusta joder, nada más por joder. Y sí, debo aceptar que mucho tiempo era la forma en que yo también conocía a las personas y como me daba a conocer en muchos de esos canales oscuros que navegaba por mis noches insomnes y de ocio Aolico, cuando vagaba por la red idolatrando a mi modem de 59Kb y a mi línea de teléfono gratuita. La moraleja fue que descubrí que ni era sano, ni me agradaba realmente perder el tiempo con discusiones innocuas y estériles con gente que ni siquiera conocía o con novios que creían que podía ir a robarles a sus amadas aunque vivieran al otro lado del mundo.

Son lecciones que uno aprende a palazos, y aunque sean digitales algunos de ellos acarrean consecuencias que traspasan cualquier umbral.

Viviendo en estos medios mágicos de la Web 2.0 tenemos la manía de agregar a diestra y siniestra los contactos que nos recomienda el mismo programa o cualquiera que vemos de repente por ahí. Algunos somos más cautos y no dejamos que absolutamente nadie que no sea parte de nuestro círculo seguro esté ahí, donde puede y debe estar.

Sin embargo, estos medios viven gracias a la red de lazos que conforma esa famosa teoría social llamada "De los Seis Grados". Tú y yo, yo y él, él y ella estamos unidos por una determinada cantidad de amistades y/o lazos virtuales que nos llevan a ser "conocidos" y a estar en "contacto". Cada uno de nosotros somos las dendritas y los lazos neuronales del mundo y de la Red. Pero eso no implica que debamos permanecer "atados" a ellos.

Hace poco di de alta un contacto que llegó por los lazos con algunos de mis contactos en una de las mil cuentas que tengo para cada una de mis mil esquizofrénicas personalidades. Un contacto más, un contacto menos. Cuando juega uno en línea sabe que los contactos a veces son útiles. Cuando uno escribe, sabe que mientras más contactos tengas, alguno de ellos te leerá. Cuando uno diseña programas, sabes que mientras más usuarios usen y prueben tus programas, más efectivas son tus posibilidades de éxito.

Poco después de que se mandó la invitación el contacto la aceptó y se estableció la línea de conexión y el típico mensaje de: "¿oye, quién eres, de dónde te conozco?" Recuerdo que me reí mucho cuando vi ese mensaje, me hizo recordar el tiempo en que me dedicaba a hackear cuentas de Hotmail en los cibercafés de Guadalajara y me hacía pasar por administrador del sistema y la gente se asustaba cuando me veía aparecer en sus cuentas y horrorizados me hacían exactamente la misma pregunta. A veces incluso podía ver sus expresiones de espanto desde las webcams que no se daban cuenta que ya tenía encendidas.

Me reí lo necesario y me olvidé del asunto, total, hay suficiente información que tengo pendiente que me falta tiempo para leer todo lo que me gustaría.

De repente recibo un "hola" perdido en alguna de las mil ventanas que siempre tengo activas. Veo el mensaje y contesto: "hola". A veces contesto, a veces ignoro, la verdad es que no siempre tengo ganas de platicar o "chatear" con alguien, mi bendita esquizofrenia me da la cualidad de tener un humor distinto cada cinco segundos. Veo quién es y viene de nuevo la misma pregunta de la cuál ya me había reído antes: "¿y tú quién eres, de dónde te conozco?"

La respuesta es la misma perorata que ya había repetido antes: "soy algún contacto de alguno de tus contactos que esta mierda te recomienda para ser tu nuevo contacto porque tú eres contacto de alguno de mis contactos y es obvio que yo soy contacto de alguno de tus contactos."

She: "¿Pero tú me añadiste, porque yo no fui? ¿Te conozco de algún lado?"

Me: (Para mis adentros, eso es obvio ya te lo había dicho, ¿qué eres tonta?) "Mmm, sí yo te añadí, casi siempre añado los contactos que me sugiere esta madre y que son contactos de mis contactos, además estás sólo en esta cuenta que es una de las mil cuentas que tengo para cada una de las mil personalidades que me obliga tener mi esquizofrenia, así que no eres mi familiar ni nada parecido y no, no te conozco ni me conoces."

She: "Jejeje, aaahhh..."

Me: "Aaahhh... Jejeje..."

[el script del Greasse Monkey empieza a hacer soniditos de chango en el navegador... el fantasmita de pac-man que detecta gente indeseable también...]

She: "¿Pero de dónde te conozco, quién eres?"

Me: (Para mis adentros otra vez, indudablemente no todas las mujeres guapas son inteligentes y tú eres el claro ejemplo, ¿que demonios no sabes leer?, lástima que gente como tú le den mala fama a lo demás del género) "Pues mira, ya te dije soy contacto de alguno de tus contactos que también son contactos míos y que es obvio que son contactos tuyos también. Soy amigo de Fiona (sí, la de Shreck) y de La Leona (sí, esa que estuvo a punto de cachetearte) y también de Chona (sí, esa que dices que conoces, pero que en realidad no)."

En ese momento se pierde la conexión y agradezco a mi patético internet evitarme la pena de tener que seguir escribiendo en la maldita ventanita de este mensajero que odio y que (casi) siempre tengo apagado, pero recuerdo que tenía que ver si encontraba a la Maruja para preguntarle algunas cosas sobre lo que aún no he leído de su tésis de filosofía.

Después de unos minutos en los que sigo con mi lectura sobre los asesinatos masivos de ratas extraterrestres pachecas en la ciudad capital, cuando ya me había olvidado de la estúpida ventanita y mi amabilidad tenía ciertos tintes mortecinos, viene de nuevo la cosa esta a saltar a mi vista, casi de topo, ululando con su color azul.

She: "Oye, pero ¿porqué dices que Shrek es feo, sabías que Shrek fue mi novio? Tú debes tener problemas de personalidad o un ego demasiado grande."

Recuerdo que sí, en efecto tengo problemas de personalidad debido a mis mil y una personalidades esquizofrénicas; y que en efecto tengo un gran ego, el suficiente para no creer en ¿dios?

Pero, bueno, a fin de cuentas Shrek es feo, los ogros son feos, y el hecho de que a Fiona le guste que sea feo no es mi problema, es problema de ella. Total hay mujeres a las que les fascina besar sapos.

Me vuelvo a reír histéricamente.

[en ese momento aparece en la pantalla del Greasse Monkey una transferencia de códigos:

:@ //: #A#######
:@ //: ##B######
:@ //: ###C#####
:@ //: #####D###
:@ //: ######E## ]

La Bruja Maldita (sí, hay que darle las gracias a House por el apelativo tan acertado XD) le está copiando a Shrek cada una de mis palabras!!!

Me vuelvo a reír histéricamente de tanta estupidez y me pregunto: ¿porqué demonios Shrek sigue en contacto con la Maldita Bruja si sabe que está loca y que lo único que le causa son problemas? ¿Porqué aunque les cause problemas la Maldita Bruja sigue en los contactos de Fiona y de La Leona y de Chona cuando cada una de ellas ya pasó por esto mismo?

Retumban entonces en lo más recóndito de mi memoria las palabras mágicas de Celeste, como un eco...: "...pincha la equis...", "......pincha la equis...", ".........pincha la equis..."

Sonrío histéricamente por última vez y esa sonrisa lleva mis manos hasta lo alto de la pantalla, mis dedos rugosos ven el cuadrito azuloso que deletrea: NO-AMIGOS DEL ENCANTADOR DE SERPIENTES; le doy click, se abren cientos de ventanitas con las fotos comprometedoras de cada uno de ellos y busco con las gafas oscurecidas, veo el nombre titilando y rodeado de fantasmitas de pac-man engullendo puntitos fluorescentes alrededor: MALDITA BRUJA.

Y mientras Nick Cave regurgita con su voz siniestra "Red Right Hand" veo al lado derecho del nombre condenado el símbolo perfecto del eco de la voz de Celeste: "pincha la equis...", "pincha la equis...", "pincha la equis..."

Un cuadrito azuloso de esquinas redondeadas con una equis blanquecina en el centro que lleva tatuadas en letras rojas: a d i o s.

Pincho la Equis y la Bruja Maldita es condenada al Infierno del Silencio sin Retorno.

Me vuelvo a reír histéricamente de tanta estupidez...