20080212

|| apuntes del MUNDO RETORCIDO 2.5 ||

EL ENCANTADOR DE SERPIENTES

En el País del Sur, cerca del Fin del Mundo, el Encantador de Serpientes traicionó a la Guerrera de Luz y se escapó con la caja de Pandora para llevarla a su Colección de Fetiches.

La Guerrera de Luz lloró azogue, se lamentó, quiso arrobarse y se convirtió en la Diosa de la Luz Imaginaria. La Luna Menguante y la Manada de Lobos lloraron con ella, sin embargo la hicieron seguir y buscar venganza del Encantador de Serpientes.

Él que toda su vida había sido un Mercenario de Fetiches no se extraño de semejante decisión, sabía que tarde o temprano cualquiera de sus antiguos clientes o de sus antiguas presas querrían hacer algo por cortarle la existencia; pese a todo él siempre encontraba la forma de escapar al Sueño de la Razón donde era imposible que alguien lo atrapara o lo encontrara siquiera.

Pero en el camino de su última travesía al Sueño de la Razón la mezcla de Nubes Azules y Absenta casi lo matan de Éxtasis, aunque al momento de acercarse al filo de la capa de la Muerte pudo ver algo que no había notado, entre toda la Maraña existían aún seres que tenían claridad en los ojos y secretos en la sombra.

Ese día fue que la vio con su negra Sombra Protectora abrazándola y cuidando de ella. La miró durante muchos días y muchos sueños aprovechando el contrato que el Científico Loco le había dado para robar las letras de la Antipoeta y vengarse de ella.

El Encantador de Serpientes recordó los sueños negros que había tenido desde mucho tiempo atrás y decidió que ese Ser tenía que pertenecerle y debía obtener algo de ella para su Colección de Fetiches. Esa bruja era demasiado Luna y la Luna lo hacía soñar con ella desde tiempos en que él ya no podía recordar.

El Encantador de Serpientes sabía que al traicionar ahora al Científico Loco y antes a la Guerrera de Luz seguramente mandarían tras él a Legión, sin embargo ya nada le importaba, ahora tenía en las líneas de su mano grabado el nombre de ella y eso le bastaba.

A fin de cuentas sabía que para vencer a Legión siempre podía ir a buscar a su amigo Yerel Trinidad, el guitarrero del Pantanal.

Y ahora, cada día el Encantador de Serpientes lo gasta viendo los sueños de Yarahualli desde el Sueño de la Razón y escribiendo con pedazos de las líneas de sus manos los pasos que atan su Sombra Protectora a la Sombra Gárgola de él.

1 comentario:

Imadia dijo...

Esto me recordó a la frase cliché de un anuncio publicitario: "como la vida, como tú".

Suerte en tus horizontes, encantador de serpientes. Que tus palabras domen el veneno de aquellos que nubles tus sueños.