No, no quisiera caer,
la locura me invade sin pensar
así de sencillo como el viento sopla.
No quisiera entenderlo, pero me aterra tu mirada
Y no sólo eso,
que quebranta mis silencios
pues sé que los locos han de acompañarme en la caída.
Cuando el hielo refleje el sol del invierno
agitaré mi amargura hasta imaginarte cercana
entre las espinas que abracen mis manos.
la locura me invade sin pensar
así de sencillo como el viento sopla.
No quisiera entenderlo, pero me aterra tu mirada
Y no sólo eso,
(el mistral grita cuando el mundo calla)
esa sonrisa,
(el cazador busca presas terribles, por quien morir)
ese andar,
(las olas anhelan algún ahogado para acariciarlo)
y esa magia transmutada del espejo y del cieloque quebranta mis silencios
(eterno es el silbar de los muertos).
Mas no te culpo de mi espantopues sé que los locos han de acompañarme en la caída.
Cuando el hielo refleje el sol del invierno
agitaré mi amargura hasta imaginarte cercana
entre las espinas que abracen mis manos.
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